El maestro César Lévano, hoy empieza su editorial citando al universal Borges: “el arte del insulto sufre una decadencia irresistible”. Lo cita para referirse a las groserías y chabacanas expresiones de PPKuczynski en estas últimas semanas . Hablando de PPK, exalumno del Markham College y de la PUCP, Lévano nos recuerda, aparte de la historia familiar, el perfil y una frase dicha por el ahora candidato: “Esto de cambiar las reglas, nacionalizar, es una idea de una parte de los Andes, donde la altura impide que el oxígeno llegue al cerebro”.
Que Melcochita diga esa frase no tiene mucha relevancia, es arma común de los cómicos hacer sorna de todo lo que puedan; pero, ¿de alguien que pretenda gobernar el país, se puede aceptar? Siendo esa la misma tragedia que sufrimos durante la Conquista y que fue “excusa” de los españoles para apropiarse de nuestros bienes, por lo cual, intentaron exterminar nuestra cultura con una argumentación basada en juicios de valor y pruebas falaces: nos trataron como ‘sub-humanos’, como a personas a las que “no les llega oxigeno al cerebro”,…
No solo hace falta haber estudiado en los mejores sitios para ser un buen peruano, en primer lugar hay que amar a Perú, respetarlo por entero y ‘tener la inteligencia’ para aceptar que somos un país multicultural y poder caminar la calle sin mirar desde un pedestal puesto por la ignorancia racista, clasicista, que un apellido pueda dar. Eso es lo que necesitamos hacer y exigir.
No solo hace falta ser inteligente para gobernar a Perú. El gran vate Javier Heraud, también exalumno del Markham, también de la PUCP (ingresó en el 1er puesto), a diferencia del pensamiento de PPK, frente a la explotación y deshonra de los Andes causada por los ‘grandes intereses internacionales y los “poderosos nativos”, nuestro gran Heraud escribió por amor a su tierra, a su gente (infinitamente lejos a PPK): “No derrumben mi vieja casa/ había dicho/ dejen al menos mis granadas y mis moras/ mis manzanas y mis rejas”.
Heraud- PPK, mismo colegio, misma universidad. El primero 100% peruano, el segundo intentando serlo electoralmente: diferencia total.
El primero diferente del segundo, el uno enamorado de Perú y el dos sacándonos el oxígeno del cerebro, la misma tragedia 100% nacional.
Les recomiendo leer la editorial de C. Lévano, para no variar está muy buena.
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