Hoy Hildebrandt en sus Trece ha publicado una investigación sobre el ‘Proyecto Minero Conga’. Está muy bueno, deberían leerlo. El artículo de Melissa Pérez incluye fotos bastante explicativas y nos cuenta que en las zonas de impacto hay más de 800 manantiales, más de 140 captaciones de agua para consumo humano (potable), pantanos,… condenados a desaparecer debido a Conga. En muchos de los lugares de la zona, en los que faltará agua por el proyecto, Yanacocha les surtirá el líquido elemento pero de calidad tres, solo reservada para plantas y animales, significa que los cajamarquinos tendrán que tratar el agua, por lo tanto, incrementará su costo de vida y, obviamente, acarreará los problemas naturales por no tener agua potable. Así mismo, el artículo nos informa varias de las muchas maniobras subrepticias hechas, estos últimos años, por los inversionistas para, a como dé lugar, concretar su proyecto.
Lagunas que desaparecerían de darse el proyacto Conga : El Perol de 164.800 m², Chailhuagón- 90.000m², Mala- 20.000m² y Laguna Azul – 70.000m², en esta última, junto a la laguna, en sus bofedales se depositarán los relaves mineros que cubrirían un área de 7 millones de m².
Ante toda esta depredación, la pregunta de rigor es ¿vale la pena, cuáles son los beneficios y los perjuicios para la población? La frase con la que me quedo del escrito, es de la reconocida bióloga y directora de la Escuela de Ingeniería Ambiental de Cajamarca, Giovana Chávez Horna “(…) Nadie ha hecho estudios de agua y calidad en Cajamarca. La minería está causando un desastre ecológico creando desiertos en la sierra”
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Foto Jessica Vicente |
Estas imágenes ( no son del periódico mencionado, sino de mi
buceo) son algunas de las bellas lagunas de Cajamarca. Al final,
una imagen de cómo quedarían después de secarlas:
El agua y el oro, dos intereses, dos puntos de vista, dos historias y un final: la Tierra se sigue destruyendo. Y el calentamiento global, la polución, la desaparición de la capa de Ozono, siguen ahí, detrás de la puerta, esperándonos.