Con Alan García se quiso levantar la ciudad Cerro de Pasco y ponerla en otro lado, ahora, con Humala, quieren levantarse cuatro lagunas naturales y ponerlas en represas artificiales. Aunque los casos son distintos, una figura sí es continua y cotidiana en Perú desde la conquista: La minería se cree Dios que puede jugar con el medio ambiente y la vida humana como si fuesen fichas de dominó. El presidente Humala debe cumplir sus promesas y ya ponerse fuerte, en vez de dedicarse a insistir en la idea de que nada en su Gobierno es “ideología”. Además, una idea: si siempre y tanto han depredado a Perú, lo lógico sería que primero, con los frutos de esa depredación, ahora que tenemos dinero, se empiecen a hacer trabajos para Perú, inversiones nuestras y manejar e invertir en otras opciones –y no minería- (y las hay) de desarrollo. Invertir con lo q tenemos antes de seguir depredando y depredando.
Vale la pena recordar este reportaje hecho por Cuarto Poder durante el último periodo de Alan García. Vean cómo se lavan las manos los representantes de la minera, vean q no solo es el cambio de localidad, existen muchos problemas más. ¿El proyecto Conga (Yanacocha) va ser lo mismo para Cajamarca que Volcan y Centromín lo fue y es para Cerro de Pasco? Ya tenemos experiencia, lo que hoy ofrecen las mineras, de acá a 10 años se habrá olvidado, salvo q tuviésemos un Estado fuerte protector de nuestros intereses, entonces, primero debe crearse un Estado fuerte y honesto. Ese es el primer paso. Acá el reportaje:
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