La corrupción, en cualquiera de sus formas, ataca a nuestro Perú desde el nombre. Es que aún no somos y no podemos ser peruanos. Una población sometida jamás va sentir como suya la tierra que pisa. La materia prima de la sociedad, lo básico, es el humano y la tierra donde habita. Entre ambos se “protegen y ayudan” a subsistir de la mejor manera posible; bueno, esto es en teoría o así ocurrió en algún momento en nuestro planeta. Ahora el planeta está siendo destrozado por el consumismo al que nos conduce este sistema capitalista neoliberal y, en nuestro caso, en Perú, es aún peor la cuestión, porque aparte del consumismo generalizado, nosotros carecemos de identidad nacional.
O sea, el consumismo logra que despedacemos nuestro suelo y ni siquiera tenemos sentimiento de culpa o preocupación por nuestra tierra, ya que no somos peruanos e inventamos una “Marca Perú” para sentirnos lo que día a día no somos. Hoy un niño descuidado y desnutrido me pidió un sencillo en el paradero, hoy vi cómo le robaban a una viejita, hoy pasé por una calle resucia y con más huecos que en una guerra, hoy al limeño no le importa lo que pase a las demás regiones de Perú y viceversa,… Hoy puede que ya sea demasiado tarde: los directos responsables “comprobados” (vivos aún en política) de todos nuestros problemas actuales son Alan, Toledo, Fujimori, Castañeda; sin embargo, hay gente que todavía los apoya sin la más mínima visión de nación, de amor por nuestra tierra y sin el más mínimo respeto a la palabra “paisano”. Anteayer fue la marcha contra la revocatoria de Susana Villarán- alcaldesa de Lima, revocatoria cargada de intereses individuales de la derecha peruana, esa q comercializa todo lo de Perú, esa que viaja con la Marca Perú y apoya a la corrupción, o sea a Castañeda Comunicore. Estamos contra nosotros mismos.
Sin embargo, la marcha contra esa infeliz revocatoria fue multitudinaria. Significa que hay esperanzas para Perú. Hay gente que quiere un real cambio. No apoyar a Susana Villarán ahora es apoyar a la corrupción. Objetivamente.
Foto: Carlitos Gastelumendi
No a la revocatoria y no ir ha votar el 17 de marzo, no dar gusto a los corruptos y a las lacras de la sociedad.
ResponderEliminar