Un camino que conduzca a la justicia parece ser, en Perú, una silueta
sinuosa que no tiene salida; en donde cada Gobierno cambia los paraderos (informales),
los atajos, las multas, las licencias, los indultos. Y seguimos atrapados en
las mismas cumbres borrascosas que
dieron origen al Estado Peruano. Hasta hoy.
Que la pacífica población de Celendín
(Cajamarca) esté 8 meses
militarizada -usando su coliseo de cuartel-. Que en ese ínterin hayan sufrido la
frustración de ver a muchas de sus niñas y adolescentes caer en las garras
viriles de milicos necesitados. Que tengan a sus campesinos sacrificando sus
vidas por defender lo que les pertenece y les permite su sustento. Sentir y ver
todo esto convierte a NADA a la “Marca
Perú”, al equipo de vóley, al
equipo de surf, al ajedrez, a Diego Flores,… porque primero es el uno y después el dos, porque
primero es el respeto y la igualdad de todos ante la justicia, porque no puedo
festejar el primer puesto de un hijo mío teniendo a su hermano muriendo y
muriendo una y otra vez. Porque la colonización
de Perú acabó hace casi 2 siglos y
así lo proclama nuestra Constitución.
Pero, claro (me olvidaba), el papel lo aguanta todo. Exijamos respeto a
nuestros hermanos, no es mucho pedir. Tú.
No se pierdan en este vídeo la entrevista al corajudo Jorge Chávez, periodista Shilico que nos cuenta las penurias de
los 8 meses militarizado, el abuso de las menores de edad y cómo se va
agravando la situación en las lagunas defendidas por los cajamarquinos.
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