Este mail llegó a mi correo, gracias Julito Carmona, está interesantísimo.
Lo único que quiero agregar o recordar, antes que lo lean, es la frase del
Presidente de Perú Humalán: “los militares son guardianes socráticos”. Aunque
nadie sabe qué diablos quiso decir Humalán, lo que es seguro es que sus palabras provienen de
un espíritu dogmático. Por lo tanto, ya suponemos para qué molino se irá el
agua con respecto a las investigaciones de Uchuraccay. Una publicación de Puntos de Vista y Propuesta-prensa alternativa no alineada:
¡EXCLUSIVO!
Investigador Fernando Fuchs Valdez,
luego de una pesquisa de largos años, señala a los marinos Duffó y Bergelund
como responsables de las órdenes para matar a los periodistas mártires.
Víctor
Alvarado
Artículo Nº 10, registro de PUNTO DE VISTA Y PROPUESTA
periodista afiliado al SUTPECOS
Hace 30 años un día como hoy, ocho periodistas, su guía y un comunero que los acompañaban fueron asesinados cruelmente a pedradas y hachazos en manos de comuneros de la remota comunidad andina de Uchuraccay, adscrita la provincia de Huanta (Ayacucho). Los comuneros no cometieron el crimen masivo por azar u alguna turbación emocional, sino por instrucciones de uniformados, cuyas identidades por mucho tiempo han sido un misterio. Pero ahora, luego de una larga investigación del analista de temas de inteligencia, Fernando Fuchs Valdez, los nombres finalmente han aflorado. Fuchs tuvo en la década del 80 del siglo pasado una participación protagónica en el recordado semanario velasquista “Kausachum”, donde vertió los primeros avances de su investigación sobre este horrendo asesinato. Ahora, en entrevista exclusiva, testimonia haber llegado a los principales nombres de quienes dieron las órdenes para matar a los periodista y aquí los pone al descubierto:
Artículo Nº 10, registro de PUNTO DE VISTA Y PROPUESTA
periodista afiliado al SUTPECOS
Hace 30 años un día como hoy, ocho periodistas, su guía y un comunero que los acompañaban fueron asesinados cruelmente a pedradas y hachazos en manos de comuneros de la remota comunidad andina de Uchuraccay, adscrita la provincia de Huanta (Ayacucho). Los comuneros no cometieron el crimen masivo por azar u alguna turbación emocional, sino por instrucciones de uniformados, cuyas identidades por mucho tiempo han sido un misterio. Pero ahora, luego de una larga investigación del analista de temas de inteligencia, Fernando Fuchs Valdez, los nombres finalmente han aflorado. Fuchs tuvo en la década del 80 del siglo pasado una participación protagónica en el recordado semanario velasquista “Kausachum”, donde vertió los primeros avances de su investigación sobre este horrendo asesinato. Ahora, en entrevista exclusiva, testimonia haber llegado a los principales nombres de quienes dieron las órdenes para matar a los periodista y aquí los pone al descubierto:
En Perú, al cumplirse 30
años del asesinato de 8 periodistas, los familiares de las víctimas y
el Sindicato
Unitario de Trabajadores del Periodismo y la Comunicación Social del Perú
(SUTPECOS) le piden al presidente Ollanta Humala que atienda
la determinación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que
recomienda reabrir el caso porque hubo irregularidades en el proceso y las
autoridades judiciales no investigaron la presunta participación de las
fuerzas del orden en la masacre.
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Iban a certificar esas muertes y otras sobre
numerosos niños pasados por las armas por los que después, en efecto, se
llamaría comités de autodefensa que habían sido constituidos por agentes de la
Marina y los Sinchis de la Guardia Civil.
El Sindicato
Unitario de Trabajadores del Periodismo y la Comunicación Social del Perú
(SUTPECOS) el día 25/01/2012, a horas 11.30 a.m.
conjuntamente con la Municipalidad de Lima, llevó a cabo en el salón de actos
del municipio un Acto de Homenaje a los Mártires de Uchuruccay, con un lleno
total del espacioso recinto. Acudieron al evento diferentes personalidades
del sector gremial, político y profesional como Carmela Sifuentes (Presidenta
de la CGTP), Dr. Luis Alberto Salgado (ex-Procurador Supracional de Derechos
Humanos del Estado Peruano), el paradigma del periodismo nacional César
Lévano que educa con la verdad, el Consejo Directivo en pleno y
los periodistas afiliados del SUTPECOS e invitados. Como siempre en
primera línea de la información estuvo Francisco Zacarías, corresponsal en
Perú de la televisora iraní en habla hispana HISPANTV.
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No, Ayacucho estaba militarmante
compartimentado. Huamanga, la capital, estaba bajo el control del jefe político
militar, general EP Clemente Noel y la provincia de Huanta, a la que pertenecía
Uchuraccay, tenía como jefe político- militar, al capitán de navío, de apellido
Duffoó, su nombre permanece en secreto y se conocerá tarde o temprano, y como
su lugarteniente al capitán de fragata, Alvaro Artaza Adriánzen (a) “Camión, el
mismo que desapareció al periodista Juan Ayala Sulca. Bajo las órdenes de
Duffoó, determinados oficiales marinos y policías instruyeron a los comuneros a
matar a todos que llegasen por tierra y solo recibieran a los que llegaran por
aire.
Noel conoció el desplazamiento
de los periodistas, falta saber si conocía que iban a ser objeto de una celada
de los marinos y “sinchis” que obedecían órdenes del comando político militar
de Huanta que jefaturaban Duffo y Artaza. Pero Noel fue leal con ellos, se
llevó el secreto de sus autorías a la tumba, pues nunca los echó.
Otro marino, el entonces
contralmirante y jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Juan
Bergelund Remy, quién tenía sembrado de agentes infiltrados toda la ruta de los
periodistas, en particular el hotel “Santa Rosa” de Ayacucho, donde estuvieron
alojados los periodistas y conoció la fecha y hora del viaje. Fue Bergelund el
que alertó a Duffo a impedir el ingreso de los periodistas al área, porque
corría el riesgo de que aborten el esquema contrasubversivo de tierra arrasada
que habían comenzado a implementar en esa zona.
¿No parece muy
convincente que el jefe del SIN de entonces, Juan Bergelund, de buenas a
primeras haya ordenado escarmentar al grupo de periodistas por la simple
presunción de que podrían descubrir un plan secreto antisubversivo?
En efecto, los agentes de
inteligencia de Bergelund le informaron que uno del grupo de los periodistas
había sido alertado por un activista de Sendero Luminoso, en Lima, sobre
matanzas de niños y jóvenes campesinos sospechosos de pertenecer a Sendero
Luminoso y de los lugares donde se encontraban las fosas comunes con sus
restos. Para la mente afiebrada de Bergelund, por ese supuesto contacto con un
senderista, los periodistas también eran senderistas y debían recibir por lo
tanto su merecido.
¿O sea no fue un
asesinato improvisado por los comuneros?
Definitivamente no, los marinos y
policías que actuaron como instructores de los comuneros fueron los que
prepararon la celada. Los comuneros fueron solo los ejecutores, y lo más
trágico de todo es que después fueron abandonados a su suerte. A partir del
asesinato de los periodistas para adelante, fueron ultimados 135 comuneros de
Uchuraccay y sus muertes no fueron hechas únicamente por senderistas que
decidieron vengar a los periodistas, sino en su mayor parte por las propias
fuerzas militares con el fin de silenciarlos, porque muchos comuneros, unos
testigos y otros arrepentidos de haber participado en el crimen, estaban
decididos a contar la verdad y por el solo intento pagaron con su vida.
¿Su investigación
ha permitido conocer otros entretelones referidos a la injerencia de agentes de
inteligencia extranjeros que habrían estado vinculados al crimen?
Sí, lo hubo. En esos años, las
dictaduras militares del cono sur actuaban concertadas para reprimir a los
alzados en armas en sus respectivos países y en esos días, el comando político
militar de Huanta, es decir los marinos Duffoó, Artaza y compañía, tenían la
colaboración, en calidad de asesores, a un grupo de militares argentinos, que
llegaron hasta allí por recomendación de la CIA.
¿Dónde operaban?
Hubo entonces el rumor de que estos militares extranjeros habían sido vistos en
algún lugar de Ayacucho?
Estuvieron alojados en la Hacienda
Luisiana de los hermanos Pepe (ex alto oficial de la Marina) y Rómulo Parodi,
que la convirtieron en su centro de operaciones. Luego de los sucesos de
Uchuraccay pusieron los pies en polvorosa por el temor de ser descubiertos.
El crimen masivo
fue cometido durante el gobierno de Fernando Belaunde ¿Conoció el mandatario
los entretelones de la tragedia?
Sí , lo conoció después de consumado
el crimen y su primera reacción, al saber que Bergelund había participado en la
trama, fue botarlo de su cargo del jefe del SIN, junto con su segundo, el
capitán de navío, Carlos de Izcue y el tercero en la jefatura del mando, el
general de la ex PIP, Hércules Marthans Garro. En esos tiempos, la Marina y no
el presidente designaba al jefe del SIN, y el siguiente designado para
reemplazar a Bergelund fue el marino Pedro Colunge, que no contó con la
simpatía de Belaunde, lo cual el mandatario lo demostraba no recibiéndolo.
Ud. mencionó alguna
vez, en la década del 80, en las páginas de Kausachum, a Bergelund como uno de
los comprometidos en el asesinato de los periodistas ¿Por qué esta publicación
no llegó hasta el final?
En realidad, quién hizo la revelación
fue el director de Kausachum, el notable periodista Augusto Zimmermann Zavala,
a quién el Perú le debe un homenaje por su lealtad con la verdad y la justicia
social. Yo lo secundé con información básica y no se llegó hasta el final
porque Zimmermann fue amenazado de muerte, y todo lo que se quedó en el tintero
está en mi libro sobre los Servicios de inteligencia y la CIA en la Guerra
Sucia librada en el Perú al amparo del accionar de SL.
¿Donde podemos
encontrar el libro?
Se trata de un libro inédito que no
tiene editor en el Perú y se publicará en México, donde ya se encuentra el
legajo respectivo. Por si acaso, no guardo conmigo el disco duro con el texto,
lo digo como un aviso para los servicios que tengan la tentación de
silenciarlo.
ENCUBRIERON A LOS
RESPONSABLES
El veterano reportero gráfico, Oscar
Retto, padre de Willy Retto, considera que los verdaderos responsables de la
muerte de los periodistas son los militares que los dejaron pasar hacia el
lugar de la emboscada. “Increíblemente todas las autoridades, hasta la Comisión
de la Verdad, libraron a los militares", dijo en una entrevista al
periodista Ernesto Chávez.
COMUNEROS NO ACTUARON
DELIBERADAMENTE
El Tribunal Especial que presidió el
vocal supremo Luis Serpa Segura, en su sentencia que condenó a penas de 10, 8 y
6 años de prisión a la comuneros Dionisio Morales Pérez, Mariano Ccasani
Gonzáles y Simeón Auccatoma Quispe, por la muerte de los periodista, precisó
que ellos no actuaron deliberadamente, sumado a que eran semianalfabetos.
COMISIÓN VARGAS LLOSA
EXCULPÓ A MILITARES
A pesar de las evidencia que
involucraban a militar en el asesinato de los periodistas, la comisión
encabezada por el escritor, Mario Vargas Llosa, exculpó a los efectivos
policiales, conocidos como Sinchis, y a los militares señalados como los
instructores de los comuneros para que d muerte a todos los que llegaban por
tierra.
LOS MÁRTIRES
DE UCHURACCAY
El 26 de enero de 1983, se
inicio una historia que no termina, fueron asesinados ocho periodistas, su guía
y un comunero que se agregó a la lista fatídica y fue ultimado por el solo
hecho de defender al guía. Los Mártires de Uchuraccay son: Eduardo de la
Piniella, Pedro Sánchez y Félix Gavilán (Diario de Marka); Jorge Luis Mendivil
y Willy Retto (El Observador), Jorge Sedano (La República); Amador García
(Reivsta Oiga); Octavio Infante (Diario Noticias de Ayacucho), y Juan Argumedo
(guía) y Severino Huáscar Morales Ccente (comunero). La historia no se
considera concluido hasta que no se conozca la verdad, en particular la
identidad de los que ordenaron sus muertes y la aplicación de sanciones
históricas.
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