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martes, 18 de abril de 2017

El Sicariato - Nueva estrategia fujimorista



“Victimizarse” vieja estrategia del fujimorismo, la usaron para dar el autogolpe del 92, para la amnistía encubierta al Grupo Colina, al presentar al Chino Alberto Fujimori “moribundo” pro-candidatura de su hija Keiko, entre muchos ejemplos más. Ahora, al parecer, están armando el perfil de su nueva victimización: “el sicariato” contra ellos. La congresista naranja Aramayo, el lunes 10 de abril, denunció ser víctima de sicariato periodístico; el siguiente lunes 17 el otro naranja Garraleta dijo q son víctimas de un sicariato de redes. Meter en el imaginario de la gente que cualquier ataque contra ellos es “sicariato”, significa que cuando se denuncien sus jugadas sucias: será “sicariato”. Buena forma de poner el dedo antes de que salte la pus y de conseguir impunidad, palabra que tanto les gusta.




miércoles, 5 de abril de 2017

Kenji VS Keiko ¿Otro cuento para otro 5 de abril? ¿Qué cuento está en marcha? Vídeo


Así como la actual “disputa” Kenji Vs Keiko es un cuento para incautos, igual lo fue la reciente alarma en WhatsApp y Facebook  de que Lima iba a quedarse meses sin agua. Igual fue la alarma del rapto de niños para sacarles los órganos. Igual fue el “Chapa tu choro” que no solucionaba el problema de fondo. Fueron campañas para desestabilizar y/o crear falsas expectativas en los peruanos. Keiko y Kenji han aprendido bien la escuela de su padre preso. Este, en su primera gran actuación en 1992, preparó el ambiente, auto-desestabilizó su Gobierno para dar el autogolpe del 5 de abril que, aparte de estafarnos, permitió el asesinato de miles de peruanos y es prueba de lo capaz que es el fujimorismo para mantenerse en el poder y por dinero:





 Historia- El 12 de setiembre de 1992 fue capturado Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso. Sin embargo, según el reportaje de Patricia Wiesse (vídeo-abajo), el 6 de diciembre de 1990 la DIRCOTE pudo atrapar a Abimael al que, después de 3 años de arduo trabajo, lo tenía ubicado en Lima; pero “no quisieron atraparlo”. Una llamada por teléfono, cambiar la cabeza de la DIRCOTE y hasta un sobre bajo la puerta alertando a los senderistas para que escape Abimael; habrían sido las maniobras de Montesinos y su par, Alberto Fujimori, para validar su gran plan: Autogolpe, perpetuarse en el poder y robar al Estado.

¿Por qué no atraparlo en 1990? Todo indica que Fujimori y Montesinos, necesitaban a Sendero activo y sanguinario. Según la Comisión de la Verdad, antes del Autogolpe, Sendero intensifica los aniquilamientos urbanos y en el campo, el severo código de sanciones y castigos y la estrategia de eliminación selectiva. En 1991 más de la mitad de la población peruana vivía bajo el estado de emergencia. Después del Autogolpe 5 abril 1992 ¡oh maravilla! Capturaron a Abimael en setiembre de 1992. La captura, en el imaginario peruano e internacional, sirvió de analgésico ante el escándalo causado por el Autogolpe.






Así fue el plan Lograr el ambiente propicio para justificar el Autogolpe, tener el control absoluto del Estado, el cambio de Constitución, perpetuarse en el poder y, a la luz de los hechos, para robar a todos los peruanos más de $6 mil millones.

Si no hubiesen saboteado la captura de Abimael, hoy no tendríamos que sufrir la muerte —por el conflicto armado— de 1943 personas ocurridas entre enero de 1991 y setiembre de 1992. El timador plan fujimontesinista incluía —sea por hacer o dejar hacer— tragedias como la matanza de Barrios Altos, La Cantuta, Tarata; el asesinato de María Elena Moyano y Pedro Huilca, etc. Muertes que necesitaba el plan del Chino solo por sus ansias de poder y enriquecimiento. Fujimori también utilizó el poder absoluto, que se inventó a contramarea, contra las leyes y la moral, para acusar de terroristas o asesinar a sus opositores y lograr su rere-elección.

Keiko y Kenji, lo saben, pero igual que todo el clan fujimorista, siguen usando como caballito de batalla ‘el Chino derrotó al terrorismo’. No lo derrotó, lo usó para imponer su plan de dictadura cleptómana. Keiko y Kenji, igual que su padre, mienten en todo lo que pueden; solos o desde el Congreso, a contramarea, contra las leyes y la moral. El plan “Fujimorato” continúa: