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sábado, 27 de diciembre de 2025

LA REVOLUCIÓN DE JESÚS, UN COMUNISTA NO MARXISTA

 


“La revolución no es solo ciencia, es también fe y mística”.

JCM

   

La ex presidenta Dina Boluarte y sus ministros; asimismo Jerí y sus ministros se han arrodillado ante un crucifijo y han jurado. EN VANO. Todos ellos cargan más de 80 muert€s sobre sus espaldas, todos las han avalado por acción u omisión, todos los meses reciben sueldos manchados con sangr£.

Un denominador común en Perú es que la mayor parte de su gente es religiosa. Por lo tanto, esa creencia debería ser un enlace indestructible para la unión contra lo negativo. Pero, no es así ¿Por qué? ¿Por qué el sistema económico político se convierte en corrupción?¿Por qué el fujimorismo se vale de la religión para sus fines políticos? ¿Jesús fue un revolucionario? ¿Qué tienen que ver las clases sociales?

La crisis y corrupción planetaria a todo nivel nos dan un dato duro y objetivo: algo estamos haciendo mal y las religiones no sirven para evitarlo.

 

¿QUÉ ES LA NAVIDAD?

Primero entendamos que la palabra Dios fue creada por los humanos para aceptar ideas o hechos que están fuera de nuestra comprensión, para convertir la errática felicidad en perpetua: el Paraíso.  

La navidad, se supone, es recordar, celebrar y reafirmarse en la doctrina de Jesús (el hijo de Dios). Y la columna vertebral de su Doctrina está en el AMOR DE FAMILIA. En la filosofía de Jesús todos somos hermanos; es la hermandad como premisa para cualquier acción humana. Pacifista, altruista, humanista, en donde el sentido de la vida es comunal. Según Jesús, él fue hermano y padre de los humanos: la humanidad es una familia. La doctrina de la familia podríamos llamarla (padre, hijo y espíritu santo). Entonces, somos iguales ante los ojos de un superior.

 

FAMILIA Y REVOLUCIÓN

Jesús fue un revolucionario como respuesta a una sociedad opresora, injusta y con vicios mercantilistas, que hoy vemos profundamente agravados. Buscaba la ¡libertad! en una época de esclavitud; pero, para lograrla debíamos estar unidos (los pobres, la masa); por lo tanto, propuso con sus metáforas y prácticas “todos somos una sola familia”.

 

Usó el adecuado canal de su tiempo: “la religión”. La humanidad, en esa época, se conducía bajo mitos y la sacralización de todos los hechos naturales que no tenían explicación. Es importante tener en cuenta también que las familias extensas y los clanes tenían un papel central en el poder, aunque no eran los únicos que lo ejercían.  El poder en Roma se dividía de la siguiente manera descendente:  Emperador, Senado y Ejército, Gobernadores Provinciales, Élites locales (familias, sacerdotes), Pueblo. El máximo Poder lo tenía el emperador.

Llega Jesús y desestabiliza todo este sistema familiar-clánico. El hijo de Dios no era economista pero golpea la columna vertebral de la economía de Roma, DEL PODER. Con cosas simples pero muy poderosas, usando la mística :

  • “Quien hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano”
  • Llama a dejar padre, madre, herencias y linajes.
  • Forma una comunidad alternativa, no basada en sangre sino en justicia y fe.

Jesús fue radical y políticamente subversivo: cuestionaba el poder heredado, la exclusión y el control social. En la actualidad, de todas maneras los Rospigliosi y Montoya le dirían terruco a Jesús

Otro punto —que necesariamente entra en el balance— es que en esa época imperaba el politeísmo, Jesús, como buen judío apostó por el monoteísmo y encontró un excelente campo de cultivo en esa sociedad —ansiosa e inflamada— por la llegada del mesías, por la esclavitud de los pueblos, por los abismos sociales.

Fue judío, pero no elitista y como abogó por los pobres, chocó contra el statu quo, contra el poder, contra la riqueza; por eso jamás le perdonaron y terminó crucificado. Jesús lo enfrentó como un revolucionario y con las virtudes que lo caracterizaron.

 

EL PRESENTE Y EL CARÁCTER POLÍTICO DE JESÚS

En el presente debemos entender que el individualismo se contrapone radicalmente a la doctrina de Jesús. Aunque, en su tiempo, no se discutía sobre las clases sociales, él optó por la masa, por el conjunto, por los de abajo. Si todos somos iguales, entonces, todos entramos igual al cielo, significaba que Jesús reconocía que existían la lucha de clases (ricos y pobres, explotados y explotadores).   

 

No obstante, Jesús fue radical y directo en un punto: no va a entrar al Reino de los Cielos un rico: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de Dios”. Esa hipérbole utilizada por Jesús no es casualidad , es una crítica directa a la riqueza acumulada. ¿Por qué? Porque envenena el alma, porque destruye a la familia que él adoraba, por la que apostaba hasta con su propia vida:

En el siglo I del mundo judío, la riqueza era vista muchas veces como: señal de bendición divina. No obstante, Jesús con su inteligencia y su capacidad se dio cuenta que la riqueza no era ninguna señal divina, más bien lo alejaba de Dios. Porque genera apego, autosuficiencia, idolatría y poder sobre otros. Una persona —con esos vicios— ya no respeta una guía comunal sino la individual, el egoísmo, la ambición. Todo lo contrario al significado de la palabra Dios.

Por otro lado, teniendo en cuenta que Jesús defendió a los marginados, enfermos y excluidos y, así mismo, es sabido que los apóstoles, las primeras Comunidades cristianas ponían todo en común, Respetando la enseñanza de Jesús. Es más aparece en el Nuevo Testamento:

Hechos 2,44–45

“Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y bienes y los repartían según la necesidad de cada uno”.

Hechos 4,32–35

“La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que todo lo tenían en común”.

Por lo tanto, era claro que Jesús luchaba contra la avaricia y la explotación. Una cosa es tener riqueza (dinero) para comer un pan y otra cosa es tenerlo para explotar al prójimo, acumularlo para tener el poder sobre los demás (dejarlos en el hambre para dominarlos). El someter tu voluntad al dinero, idolatrarlo. En otras palabras, la mercantilización.

 Otro hecho que mostraba claramente la posición —política y económica— de Jesús ocurrió cuando botó a los comerciantes de su templo; no obstante, en el presente su casa se ha llenado de bancos, tarjetas de crédito, ONGS, donaciones amañadas, neurosis masificada del consumismo y con el aliciente de los mass media. 

 

Y Jesús mostró más claramente su posición política económica Cuando ese hombre rico le preguntó “¿qué debe hacer para alcanzar la vida eterna?”.  Jesús le responde:

“Cumple los mandamientos”. (Luego le dice algo más radical) “Vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme”.

 

Aunque aún no existían la lucha de clases (definida de esa manera, estudiada), tampoco había abolición forzada de la propiedad, igual Jesús fue un antecedente del ideal de una sociedad sin explotación; por lo tanto, para su época, Jesús era comunista. No había todavía la Ciencia Política del marxismo, pero ya se impregnaba o nacían los principios liberadores de la igualdad y de la no explotación del hombre por el hombre.

José Carlos Mariátegui sostenía que el cristianismo primitivo fue un movimiento profundamente comunitario y anticapitalista; pero que luego la iglesia sí institucionalizó y se alejó de ese espíritu original

El mensaje central de Jesús no es la abolición de la propiedad en Si no que da prioridad Al ser humano sobre la riqueza, Asimismo condena La acumulación egoísta Y cree en la solidaridad como principio espiritual y social

A la muerte de Jesús y con el tiempo, los hombres crearon la navidad para festejar su nacimiento; sin embargo, la finalidad de su doctrina se pierde cada vez más.  

Es la corrupción de la doctrina de Jesús por medio -también- de la navidad, en su modo liberal – capitalista.

 

 LA DECADENCIA Y LA SUBJETIVIDAD

La doctrina tiene como objetivo el enseñar y guiar. Uno enseña lo que ha aprendido, Jesús enseñó lo que aprendió, su realidad temporal. No obstante, hoy resulta infructuoso las creencias supraterrenales: la crisis y corrupción planetaria son prueba de ello.

 

Por lo tanto, si la realidad nos indica que la solución no está en “creencias” sino en certezas, así como las ciencias económicas y políticas. Entonces, es hora de cambiar de rumbo; creer en el hombre por el hombre, capaz de lograr una mejor vida, la única.

 

Jesús se encomendó a su Dios (o sea a él mismo); tal vez, ahora suene disparatado, pero, claro, debemos reconocerle su éxito, su arraigo lo demuestra. Así como también, fue un factor importante para que más adelante cayera La Esclavitud.

 

Jesús luchó contra la indiferencia y el conformismo y es de lo que sufre hasta hoy la humanidad. Las iglesias validan el ser indiferentes. Por ej:

Asiduos a los templos o procesiones condenan a los que no siguen sus actos litúrgicos; pero, frente a la gente que muere por hambre, a la moderna esclavitud, al arrasamiento del planeta y de su gente contaminada; por esto NO PELEAN, lo aceptan como un error por defecto, algo predestinado, algo que tiene que ser así.

Y no solo aceptan estas desgracias, sino que las perpetúan porque, en esta realidad, el conformismo es ‘perfecto’ para perennizarlas: Dios sabe lo que hace.  

Si Jesús viviese hoy lucharía por los hambrientos, contra la esclavitud moderna, incluso seguro hubiese peleado entregando su propia vida. Como en realidad lo hizo, nunca se conformó.

Con la ciencia desarrollada que tenemos hoy, ese superior en el que creía Jesús, posiblemente ya no sería un Dios sino “la sociedad” en sí misma.

 

  ¡QUÉ LEJOS ESTAMOS!

Jesús propuso una solución para la vida humana en sociedad, lo hizo con las armas acorde a su tiempo: la religión. Pero las armas no son fijas, son cambiables, hoy necesitamos modernas.

 

El meollo de Jesús está en su propuesta de fondo, no está en sus armas; sin embargo, hasta hoy aún no se acepta la propuesta del CAMBIO, basada sobre todo en que TODOS SOMOS IGUALES. Esa base es la piedra angular de toda su escuela. Ya no es época de creer en alguna realeza: todos somos iguales e igual de responsabilidad tenemos con la sociedad

 

Toda doctrina se apoya en algún sistema económico; NUESTRO ERROR, también con respecto a la navidad, es que —ahora— en el sistema capitalista solo vale el dinero, es la doctrina del dinero y el dinero es religión, es el poder oficial y el poder de facto, es la solución y el problema per se; en este caso soluciona la navidad, pero la del anticristo.

IMPORTANTEel dinero o la navidad no serían nada sin el hombre.

 

 ECONOMÍA

Es la ciencia que estudia el consumo, la producción, la distribución y el intercambio de los bienes y servicios para satisfacer “las necesidades” de los humanos. Esa es su finalidad. No obstante, hoy vemos que su finalidad ha pasado a un segundo plano. El dinero fue creado para dar mayor viabilidad al intercambio. Significa que el dinero está para servir a la economía, pero ahora, la ciencia económica es solo para acumular riqueza, las necesidades de los humanos pasaron a un segundo plano. Jesús lo v 1 aticinó.

 

Los recursos, el bienestar, la salvación, el medio ambiente, la vida, todo gira y está a disposición de Don Dinero, es la doctrina del dinero. Éste ha cobrado vida en el cerebro humano.

 

 EL LIBERALISMO

En su sentido clásico es el sistema económico que tiene como premisa la idea de que ‘antes de enriquecer al Estado hay que enriquecer a los ciudadanos que lo componen’. Fue pensado para “luchar” contra el sistema absolutista (donde el gobernante tenía el poder absoluto, sin ninguna institución que lo controle), contra la monarquía absolutista sí fue positivo.

 

Sin embargo, dejar al Estado enclenque permite, también, que el individualismo ultra surja y produzca todo lo nocivo mencionado en este escrito y más. Un ej. claro es lo hecho por el japonés Fujimori que sometió a las Instituciones.

 

Se formaron grupos de élite que pusieron al Estado —con sus ciudadanos y todo— a sus pies. Era inevitable. No en vano el capitalismo se ha justificado en la filosofía liberal. Porque su finalidad central es acumular riqueza y no el bienestar del pueblo; si fuese al revés las cosas serían distintas.

 

Aunque te digan muchas flores los liberalistas, nunca una sociedad apoyada en el “libre mercado” puede desarrollarse en principios y en valores humanos; estos, indefectiblemente, pasan a un segundo plano porque primero es el mercado, el que te da de comer, el que te llena la panza y la supuesta felicidad. Además, defender la propiedad privada cuando tenemos recursos escasos es un despropósito, algo contra natura, nocivo.

 

NAVIDAD CAPITALISTA

La navidad es una ceremonia adoptada por la sociedad, ya es parte del Estado, las personas la asumen. Pero, los ciudadanos, por haber sido enriquecidos y elitistamente —inherente al liberalismo, capitalismo— y con el Estado raquítico, entonces, resulta lo siguiente:

 

La navidad o el Estado pasan a un segundo plano, es el individualismo sobre el colectivo, el enriquecimiento individual sobre el Estado: la navidad termina siendo un negocio más para seguir enriqueciendo al individualismo, o sea a la élite liberal…, para el resto queda la “fe”.

 

  LA SUBJETIVIDAD

La navidad es para muchos festejar la unión familiar. Para otros es celebrar el nacimiento de Jesús. Para otros es compartir. Para otros es solo un negocio. Para casi todos los grupos es comprar regalos.

 

¿En dónde quedó la doctrina de Jesús? ¿Si todos somos una familia, no es contraproducente el comprar regalos mientras hay mucha pobreza, servir al consumismo mercantil? ¿Somos mercaderes en el templo de Jesús?

 

Si nos matamos minuto a minuto y de todas las formas posibles, si nos degradamos cada vez más como familia ¿por qué festejamos la navidad? ¿Festejamos de forma individual, lo totalmente contrario a Jesús? Él se equivocó acorde a su tiempo, nos toca a nosotros, sin necesidad de creer en algo supraterrenal, actualizar su camino, una navidad poniendo el bienestar del ser humano como objetivo central. 

La navidad de hoy no es festejar a Jesús, es festejar al anticristo.

 

¡Feliz Navidad, hermanos! La unión familiar ante un principio inquebrantable: todos somos iguales e igual de responsabilidad tenemos con la sociedad.

 

Y para que quede claro, Jesús no era comunista marxista con la ciencia avanzada del cual el marxismo ya gozaba; pero nadie puede negar que tenía la génesis del comunismo, hacia ahí se dirigía y si hubiese vivido hoy en día de todas maneras sería comunista y posiblemente guerrillero


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