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miércoles, 2 de febrero de 2011

EL BAÑO DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ

Ayer tuve que ir un rato a las “oficinas” del Congreso en la Av. Azángaro del centro de Lima, hice mi gestión rápidamente y salí con las mismas. Felizmente durante los 20 o 25 minutos que estuve en ese recinto, no sentí el llamado de la vejiga ni de ninguna otra parte de mi cuerpo; por lo tanto, no tuve el placer de conocer, suponía antes de ver estas fotos, el baño del Congreso. Al salir del edifico, un joven de 18 0 19 años, de higiénica apariencia, al percatarse de mi carné de periodista se me acercó, noté que estaba medio pálido, empezaba a sudar, agitado, con una expresión de frustración en la cara y, en sus ojos, un deseo reprimido. Me preocupó su semblante, algo me olía mal en él. Y con su voz temblorosa

— Sr. Disculpe, he notado q es periodista. Le digo rapidito porque debo irme corriendo… he tomado unas fotos al baño del primer piso del Congreso, porque, en verdad, es una porquería, me ha dado asco y desconfianza total, no sé cómo pueden tener el baño así,…
— A ver las…
— No no, no puedo esperar más, ¿usted cree q me he sentado ahí? Ni cagando, no me vaya dar alguna enfermedad, soy débil de la piel y del estómago, debo cuidarme. Me estoy yendo volando al restaurante de la vuelta. ¡Deme su correo y le envío las fotos.

Mientras escribía en un papel mi correo, me percaté de q el joven empezaba a carraspear y a dar vueltas sobre su propio eje, cogí el papel para entregárselo, no había ni estirado la mano y el chibolo me lo arrancó y, literalmente, zafó culo.

— ¡Me voy! porque si no, me vengo en caldo…
— Ok, no te olvides de mandarlas y suerte…

Quedé intrigado y pensé q el chibolo exageraba. ¿Cómo era posible eso, si los congresistas gastan tanto dinero en muchas cosas banales, no podían tener el baño, por lo menos, en buen estado? Tenía que cerciorarme, entonces con alguna excusa volví a entrar para buscar el mentado baño. Manejando tanta plata acá, ¿por qué tendrían el baño descuidado? me preguntaba. Le pedí a uno de seguridad que me dijera dónde estaba el baño, ahí en el primer piso, y me lo señaló.

— Y qué congresista usa ese baño?

La risa y la respuesta del de seguridad, resolvió todos mis cuestionamientos:

— Jajaja, ninguno, ese es pa el público.
















2 comentarios:

  1. No creo que sorprenda a alguien ese baño. Casi todos los baños de las instituciones del estado son la misma porquería.

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  2. si pes, a nadie le sorprende encontrarse con un baño así en esos sitios, pero, lo q incomoda es q los congresistas se den la gran vida viviendo de los peruanos y, encima, nos mal traten. Clara muestra es ese baño, demuestra su preocupación por nosotros, el pueblo.

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