Suele ocurrir que la última parte de las conferencias, la de preguntas del público, es la más interesante, más picante o más reveladora – inductiva o espontáneamente. En el siguiente vídeo no afirmo que haya sido así; sin embargo, ese día, podría decirse que el aire del ambiente —siempre atrayente cuando está abarrotado de ideas e historias nacidas de cabezas como las de Nelson Manrique, Santiago Pedraglio o José Luis Réñique— alcanzó a ponerse sabor a cacao cuzqueño, dulce y amargo, duro, sutilmente matador. Ocurrió la semana pasada en la PUCP. Los discursos fueron limpios, inteligentes, inteligibles, esperanzadores. Yo no llegué a tanto.
Nota: solo he colgado la parte de preguntas y respuestas de la conferencia (conversatorio final de los Hondos y Vitales encuentros con Carlos Iván Degregori) por motivos de fuerza mayor. Debo añadir: !qué bueno que hayan este tipo de eventos! Necesitamos conversar, debatir, dialogar sobre nuestra política peruana.
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