El ministro de justicia, tratando de descontextualizar todo el problema y sacarse los muertos de encima, ha dicho que los líderes de las protestas son 'comunistas' y 'ultraizquierdistas'. Pues, ¡No ministro! Su manera de justificarse y tratar de tachar otras opciones, que no sean de su Gobierno pro-neoliberal, es anacrónica; es un pretexto históricamente usado por tiranos y autoritarios para perseguir y eliminar a sus contrarios. Además, su declaración es meterle más carbón a una hoguera, en su mayoría, ni de izquierda ni de derecha y que solo espera reales cambios nacionalistas. Es también una supina inexactitud del tamaño de su ministerio. Tratar de manchar políticamente una justa protesta es prueba de que su política, la que practica, es un fracaso. Los reclamos por el ‘medio ambiente’ son mundiales, Perú no es un caso aislado. Y en el planeta nadie, bien ubicado en tiempo y espacio, echa la culpa a la izquierda, sería una estupidez. Todos saben quiénes son los culpables. A las pruebas me remito: ¿quiénes son los que tienen a más de la mitad de la población mundial pobre o alrededor de mil millones de personas muriendo de hambre o sin acceso al agua potable? ¿Quiénes son los culpables de la polución, del cambio climático, de la depredación brutal de los recursos naturales, de la desaparición de la Capa de Ozono —que van amputando al planeta— ah? Los responsables y culpables son los mismos que usted admira, favorece y apaña. No son los comunistas o izquierdistas, son los capitalistas neoliberales los encargados de mantener esta despiadada realidad, sirviéndose de vasallos como su raciocino y su ambición lo coloca, Sr. ministro.
Regresando a las justas protestas en Perú, ministro, usted que controla la “justicia”, le hago dos preguntas y le doy una idea de real justicia: ¿por qué, con el sentido de igualdad que debería poseer, no permite cerca a su casa, en su barrio o distrito, que coloquen una minera, relaves y/o se levanten sus parques y sus tanques de agua? ¿Por qué no permite que hagan trizas sus costumbres ancestrales (si las tienen) y, acto seguido, por qué no se dedican a servir –como obreros explotados- a la empresa asesina de su cultura? Ministro, dé el ejemplo, permítalo o lleve a sus hijos y a toda su familia a vivir cerca al proyecto Conga o en la provincia de Espinar y, de paso, le hace campo al presidente Ollanta para que vaya también con su familia a vivir junto a usted. Ministro, en vez de declarar tonterías, mejor porque no se pregunta ¿Por qué Ollanta no sale a correr, todas las mañanas, cerca a un relave minero que tanto bien le hace a Perú?
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