Que haya infiltrados en las marchas o en plantones no llama la atención;
sin embargo, preocupan los que estuvieron el lunes 22 en las protestas
pacíficas contra la mentada Repartija y que pedían “cerrar el
congreso”.
Pocos saben o recuerdan que en el año 1991, cuando Alan García Pérez hacía mil maniobras para no ser acusado
constitucionalmente por su enriquecimiento ilícito durante su Gobierno
1985-1990, el parlamentario fujimorista, Manuel
La Torre Bardales, como consta en el libro El Caso García de Pedro Cateriano (actual ministro), fue
quien gritó “Que cierren el parlamento” y claro, tiempo después, ocurrió el Golpe de Estado de abril de 1992.
¿Por qué preocupan los alaridos de cerrar el congreso de esta semana? Porque
si contextualizamos con la época del Golpe del Chino Fujimori, las circunstancias son demasiado similares:
1- Llama la atención que haya sido la congresista fujimorista,
Martha Chávez, quien puso en la
palestra -vía un tweet-, podríamos decir, la justificación de un golpe de
Estado en la actualidad, cogiéndose de las proclamas de los infiltrados. El
tweet de MC, por su intención entre
líneas, fue lo que me hizo recordar el grito de La Torre Bardales de 1991. Por otro lado, vale preguntarse ¿quién
mandó a estos infiltrados? Dicen que vienen del nacionalismo, pero con estas “alianzas” de los políticos —clara
prueba de aquellas es la frustrada Repartija—
permítanme no conformarme con que solo son del nacionalismo. ¿A quiénes convendría un golpe de Estado ah?
2- Antes del Golpe de 1992 había una comisión investigadora en el parlamento
(fueron varias) que escudriñaba a Alan por sus inexplicables muestras de
enriquecimiento, así como sus CASAS y muchos NEGOCIADOS —bajo la mesa y sobre ella—
con su correligionarios y amigotes. Cualquier semejanza con la actualidad “es pura
coincidencia”.
3- Antes de Golpe de Estado de 1992 el parlamento
se había convertido en un circo, un pandemonio, lleno de censuras, de ofensas,
de gritos, de alianzas increíbles, de acusaciones falsas y verdaderas; de
trabas, cortinas de humo y ayudaditas del fujimorismo
para salvar a Alan (una pregunta ¿este
mes, julio 2013, ha pasado a un segundo o tercer plano la investigación de la mega-comisión Tejada contra Alan?),… En
fin, hubieron más maniobras de la alianza aprafujimorista para crear la
ingobernabilidad y —ahora lo sabemos
bien— para justificar el Golpe de abril de 1992. Cualquier semejanza con alguna
casa o alguna comisión contra Alan en la actualidad “es pura coincidencia”.
4- Antes del Golpe de Estado de 1992 corría el
segundo año de un presidente que sucedió al gobierno de Alan, justo como ahora. Era el segundo año de un presidente que
gobernó con el plan de gobierno de su contendor político en las elecciones, que traicionó sus palabras (¿recuerdan que
de candidato el Chino Fuji dijo que
no iba hacer el shock y, después, con el mayor desparpajo hizo el Fujishock? Es más, lo usó para atacar
a su contendor, Vargas Llosa, porque
él había propuesto tomar esa medida). Cualquier semejanza con alguna traición
en la actualidad “es pura coincidencia”, Ollanta
Humala.
5- La
Torre Bardales, el fujimorista
que gritó cerrar el parlamento, tiempo después fue involucrado por la
prensa con el narcotraficante Demetrio
Chávez alias El Vaticano. Cualquier
semejanza con la actualidad de Kenji
Fujimori “es pura coincidencia”.
6- No nos olvidemos también de la opresión que
está perpetrando Humala contra las protestas en la actualidad, al estilo de
Alan y el Chino Fuji. “Pura coincidencia”.
Tal vez sean solo coincidencias, pero yo
prefiero tomar muy en cuenta la mentada frase de Alan en política no existen las
coincidencias. El alanismo y el fujimorismo tienen los suficientes
actos de corrupción para no creerles ni una pizca de alguna honradez o algún
acto sano en ellos.
Les dejo un vídeo donde se escucha y se ve a algunos
infiltrados en la protesta de este
último lunes. También podrán oír las arengas que gritaron muchos indignados, en su mayoría jóvenes universitarios
que, con justa razón y buen criterio, rechazaron y rechazan la mala situación política actual. Aprovecho
para hacer notar que, las Izquierdas
peruanas, como demostraron el lunes, aún siguen actuando cada grupo para su lado. La
indignación fue algo común, fue de todos, pero no hubo consignas acordadas, no
hubo una organización general. Protestas como las del momento son buenas
oportunidades para plantear una buena estrategia y hacer fuerza común. La única
salida y posibilidad que tienen es la de la unión, concertar y coordinar para poder
conseguir sus objetivos. Acá el video del lunes: