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miércoles, 14 de mayo de 2014

Lo mejor del homenaje a Ricardo Letts del viernes último 09-05-14 (Vídeos)

Ser consecuente es guardar una correspondencia lógica con los principios que se profesa y Ricardo Letts ha demostrado serlo en el recorrer de su vida. La abundancia de luchadores sociales de izquierda, sobre todo de los 60’s que acudieron al Cory Wasi –de la U. Ricardo Palma-, demuestra no solo la consecuencia en Letts, sino que ha logrado ganarse el cariño y respeto de la gente que en realidad quiere un cambio para Perú. En este vídeo vea un resumen de lo que se testimonió esa noche:



Alcancé a preguntar a algunas de estas personalidades sobre cómo ven a la izquierda peruana actual y qué consejo le darían. Acá sus respuestas, creo que todos deberíamos reflexionarlas:

 

Lo mejor del homenaje ha sido que, gracias a estas iniciativas y a las ideas que circundan en ellas, anuncian que el gran cambio, la revolución social, aún no se han perdido y que —tal vez pronto— llegarán a Perú.

Algo importante-

Hace poco publiqué una entrevista al holandés Jan Lust, autor del imprescindible libro “La lucha revolucionaria en Perú, 1958 - 1967”; él, que ha investigado durante 9 años este tema, también fue invitado para exponer en el homenaje a Letts, pero como se encuentra en México, mandó su ponencia para ser leída; en ésta, al final, propone un camino para la izquierda peruana e invita al debate que bien y urgentemente necesitamos todos los que creemos en el cambio sin egocentrismos, sin intereses personales, sin mezquindades y pensando en la comunidad. Acá les dejo las tesis de Lust:
En el marco de la hegemonía política, económica y social de la burguesía peruana, además bien integrada con la clase dominante internacional, propongo cinco tesis de debate y de trabajo en torno al desarrollo de la vanguardia para la lucha por la transformación social. Pero antes de hacerlo y sin condenarme como sectario, una advertencia. En el número 1 de Vanguardia Revolucionaria de 1964, se lee lo siguiente: “Los auténticos izquierdistas son revolucionarios. Creen que la reforma del capitalismo es imposible como lo prueba una infinidad de experiencias históricas y afirman que el enfrentamiento popular a la violencia capitalista conduce al poder, apelando a lucha insurreccional. El nuevo orden social así creado no podría ser otro que el socialista. La izquierda revolucionaria es, por lo tanto, socialista y marxista.”

1. El Perú es una sociedad muy compleja, política, económica, social y culturalmente. Un conocimiento profundo y amplio de la realidad peruana y sus estructuras sociales que incluye la de clase, nos permita avanzar en la elaboración de una estrategia que podría llevar nuestros pueblos a la liberación social. Se podría decir que desde el punto de vista del socialismo científico la existencia de estudios actuales sobre la realidad peruana es casi nula. Por lo tanto, se debería elaborar e implementar un proyecto marxista que apunta al estudio de la realidad peruana.
2. La historia de la izquierda es una historia, en general, escrita por la derecha y por los “caviares”. Es su interpretación de nuestro pasado, de nuestra realidad, de nuestras experiencias, de nuestros problemas y de nuestro futuro. La falta de un análisis serio, profundo y amplio sobre el periodo 1980-2000, desde la izquierda revolucionaria, desde el marxismo, nos hace caer en los mismos errores y es una barrera que evita avanzar en el proceso revolucionario. Por lo tanto, se debería desarrollar un análisis de clase respecto a los combates que se llevaron a cabo entre el pueblo y el capital en las últimas dos décadas del siglo pasado, tomar lecciones de esta lucha y construir sobre nuestras derrotas políticas un proyecto de largo aliente hacia la liberación social.

3. La izquierda debería ponerse a trabajar en ganar la confianza de los pueblos peruanos para construir un proyecto en el cual los pueblos determinen su propio destino. La confianza de los pueblos en este proyecto empieza con una confianza en la organización que empuje este proceso en base de trabajos concretos de esta organización en los barrios, en los mercados, en los puestos de trabajo, en las calles, en las universidades, en las organizaciones populares y gremiales, en base de la abnegación, consistencia y coherencia de sus militantes, en ser el ejemplo, en ser como el Hombre Puma, Pumaruna, Ricardo Letts. Eso significa, entre otras cosas, además, estructura, orden, honestidad, crítica y autocrítica, y un rotundo ¡no! a la transacción con la burguesía; también y sin olvidar, honestidad, creatividad y cumplimiento.
4. Los auténticos izquierdistas deben ser mejores marxistas e incorregibles leninistas en convertir la teoría revolucionaria en una práctica revolucionaria. Si la transformación social a lo que apunta la izquierda es una sociedad basada en principios socialistas, se debería esbozar un programa máximo y mínimo del proceso de cambio revolucionario. Si no hay claridad sobre ambos programas no es posible esbozar la estrategia de lucha que, fundamentalmente, se base en la realidad peruana y los objetivos propuestos, y tampoco sería posible determinar las tácticas de lucha, tomando las lecciones de las últimas tres décadas en consideración. Si no logramos eso, estaríamos solamente capaces de participar en procesos electorales bajo el nombre de unidad y en base de un programa de alcance tan corto que una victoria en las elecciones se convertiría en una derrota estratégica del programa de cambio revolucionario.

5. La unidad de la izquierda no debe ser un tema de debate sino la consecuencia de una confluencia programática y de la acción de las diversas organizaciones y grupos de la izquierda. La unidad de la izquierda tiene que ser un mecanismo para llegar al poder para nunca más dejar este poder e iniciar un proceso que irrevocablemente cambie las relaciones sociales de producción. Pero eso significa estar enraizada en la sociedad, tener organizaciones de base y, sobre todo, tener la confianza de los pueblos peruanos.
Ricardo Letts, Pumaruna, Hombre Puma, combatiente revolucionario, camarada; somos la razón, somos el futuro, el progreso y la liberación.
Hasta la victoria siempre

¡Venceremos!
Jan Lust

 

lunes, 12 de mayo de 2014

Raúl Wiener aclara su último artículo contra Aldo Mariátegui

Aldo Mariátegui tiene un papel disminuido y sería mucho más divertido verlo dirigiendo Perú21 en vez del plomazo que ese diario tiene en la actualidad. Escuche estas declaraciones y otras cosas candentes del siempre informado periodista Raúl Wiener.

jueves, 8 de mayo de 2014

Raúl Wiener destroza a Aldo M / comparación aldusiana de Velasco con Fujimori

Qué buen aclare le metió ayer Raúl Wiener a Aldo Mariátegui. Lo hizo contra la acostumbrada y empecinada forma de alditus de querer patear a la Izquierda, la que siempre va acompañada de mentiras solapadas o descaradas y adrede. Wiener le aclaró sobre Velasco Alvarado, en su intento -de alditus- de comparar al general con el Chino Fujimori y para terminar diciendo “Velasco robó más”.
Quiero dejar la parte en donde Wiener, con su aclarador estilo, nos hace recordar las acciones sucias del delincuente Fujimori; ese chino que en estos días marea a los peruanos con sus histrionismos sobre su salud, con sus abogados claun, con sus hijos de piñatas para el circo, con sus congresistas dueños de la desfachatez (respecto al acto de robar) más grave de la política peruana, únicamente comparable con la del aprismo.
ES BUENO RECORDAR QUIÉN ES EL CHINO Y LO Q HIZO, para que ni se hable de su posible libertad y, más bien, reduzcan sus gollerías penitenciarias…
Raúl Wiener y Aldo Mariátegui
Acá el recordatorio de Wiener:
Pero durante el “robo liberalismo” de Fujimori, había un proyecto clarísimo para beneficiar a una camarilla político-delincuencial. El Estado fue desvalijado, favoreciendo a una nueva clase de ricos y políticos inescrupulosos, que vendieron activos en las privatizaciones por más de 12 mil millones, e hicieron humo todos ese dinero. Después de la guerra del Cenepa, realizaron un festín de armamentos, comprando material de segunda, sin repuestos y en mal estado, a través de traficantes internacionales, con gruesas coimas.
Armaron un procedimiento para recomprar la deuda externa, que fue el gran negocio de los que tenían información privilegiada para acumular estos documentos a precio barato y revenderlos en el mejor momento o cambiarlos por papeles de la privatización. Organizaron un sistema de desvío de partidas “secretas” entregadas a las FFAA y que iban al SIN de Montesinos para pagar la corrupción, los diarios chicha y los gastos del presidente y el asesor.
Permitieron que grandes paquetes de medicinas, tractores y otros productos de China, fueran traídos por el importador Joy Way y comprados por el gobierno en que Joy Way era primer ministro. Asaltaron la Caja Militar Policial y el Banco de Comercio; y despilfarraron el dinero del Estado en salvatajes bancarios corruptos (Wiese, Latino). Impulsaron los pases de droga (narcoavión presidencial) y el pago de cupos de los narcos.
Por algo será que el “chino” figura en el 7º lugar de los gobiernos más corruptos del mundo. Y nadie ha puesto a Velasco en ese trance vergonzoso.
 
 (Acá, el artículo de Wiener lo pueden leer completo)

miércoles, 7 de mayo de 2014

Desmintiendo a Vargas Llosa y con roche

Escribe Atilio A. Boron:

 Vargas Llosa y las mentiras asesinas
Pocas veces leí tantas mentiras y calumnias como en la nota de Mario Vargas Llosa en La Nación de ayer titulada “La gesta libertaria de los estudiantes venezolanos”.  Pocas veces vi a un gran escritor arrastrarse tan bajo para complacer a sus mecenas imperiales o ser víctima de una menopausia intelectual tan profunda que lo impulse a mentir descaradamente y a escupir sobre su propio pasado, cuando defendía con ardor a la Revolución Cubana. Ejemplos de esas mentiras: "millones de estudiantes en las calles" protestando contra el gobierno bolivariano, cuando fueron unos pocos miles los que ganaron las calles sobre los casi dos millones y medio de universitarios que hay en Venezuela; Leopoldo López elevado a la categoría de "preso político" por perpetrar crímenes que en Estados Unidos o Francia lo condenarían a prisión perpetua; exaltar a los "guarimberos" como una amable tertulia de estudiantes e intelectuales, mientras tienden un alambre de púa a ambos lados de la calle para, en la noche, decapitar a motociclistas desprevenidos; "por doquier se levantaron barricadas", dice el escribidor, cuando en el momento de su apogeo había guarimbas en 18 de los 335 municipios existentes en Venezuela(¿qué quiere decir “doquier”?); “cerca de cincuenta compañeros que han perdido ya la vida” a manos del gobierno, cuando la realidad es que la mayoría de las víctimas de la violencia de la derecha han sido chavistas o funcionarios del gobierno y sus fuerzas de seguridad. Son estos “pacíficos disidentes” quienes incendian universidades y edificios públicos, destruyen parques y plazas, pegan fuego a automóviles o transportes colectivos, y quienes han salido a las calles dispuestos a matar. 
Re FACHO
La densidad de mentiras por cada línea de esa nota no tiene parangón, prueba  irrefutable de lo que decía en una de sus novelas Alejo Carpentier acerca del "ultraje irreparable de los años." Sólo que en el caso de Vargas Llosa es un proceso muy agudo y que comenzó hace mucho tiempo, antes de que llegara a su actual decrepitud intelectual y moral. Habría que estudiar las razones por las que un gran escritor, que sin duda lo es, y que conoce los crímenes y las artimañas del imperialismo y sus secuaces locales como pocos (quien lo dude le recomiendo leer lo que pone en boca de Roger Casement, el luchador anticolonialista de El Sueño del Celta) puede llegar a arrastrarse en el fango inmundo en que hoy se revuelca Vargas Llosa contando sus “mentiras que parezcan verdades”, como el mismo definió el arte del novelista. Sólo que cuando escribe ensayos sobre la realidad contemporánea de Venezuela esas mentiras no son un inocente entretenimiento sino que se convierten en una siniestra coartada para alentar y justificar en ese país un desenlace sangriento como el producido por las hordas neonazis en Ucrania. Y de eso, tarde o temprano, tendrá que hacerse responsable.  



lunes, 5 de mayo de 2014

El libro que toda la izquierda peruana y la de América debería leer

 

La lucha revolucionaria en Perú, 1958 - 1967”- fue de tanta importancia para la coyuntura política mundial que hasta llegó ser tema de discusión entre, según las investigaciones del holandés Jan Lust-autor del libro, las dos personas más poderosas del planeta en ese tiempo —en plena Guerra Fría—, el presidente de EE.UU. John F. Kennedy y el Primer Secretario de la URSS Nikita Jrushchov. Así mismo, fue de tanta importancia para el Che Guevara que él pudo o debió haber llegado a Perú en vez de Bolivia, lugar donde lo asesinaron. Tal vez, otro habría sido su final.
El libro de Jan Lust (le demoró 9 años de investigación) no solo es un inequívoco referente para conocer la historia de la izquierda peruana, de uno de sus momentos más importantes; es también, o podría serlo, un punto de arranque para la conversación, para prevenir y tomar medidas, para analizar, para no volver a cometer los mismos errores, y, sobre todo, para lograr la unidad de la izquierda.
Toda persona que se jacte de ser de izquierda, y no solo aquella, sino todos los que salen a protestar en las muchísimas marchas que hemos visto estos últimos años, todos los que queremos cambios en nuestra sociedad, tenemos el deber de conocer qué fue lo que pasó con la izquierda peruana de aquellos años. En ese tiempo también protestaron, pedían, en muchos casos, lo mismo que las protestas sociales actuales en Perú exigen. El libro de Jan Lust, así como quiere el autor, espera nos sirva para estimularnos a leer e investigar más sobre estos asuntos aún inconclusos en la venida ‘a menos’ de nuestra política peruana.
Acá les dejo una pequeña entrevista q le hice a Jan Lust para que conozcan un poco al autor y sobre su obra.