¿Qué intereses tan fuertes se están moviendo detrás de estas elecciones
para imponernos estos resultados electorales fraudulentos?
En política no hay coincidencias ni nada es gratis. Ollanta (2006) con
polo rojo se pintó de radical. El 2011 con polo blanco ganó las elecciones y
metió el cuentazo “debo gobernar para todos los peruanos” (esa verdad de
Perogrullo escondía su traición CONFIEP-base
de la Derecha en Perú). Su infantil cuento
costó muchas vidas, heridos y explosión social al límite.
Siendo Cajamarca la punta de lanza de la dignidad peruana se unió y paró
en algo la traición. De esa resistencia nació la fuerza de dos actores Goyo
(Pdte. Regional) y el cura Arana (creador de ONG Grufides). Hubo visos de unión
entre ambos, pero infructuosos. A Goyo le impusieron una injusta prisión
preventiva y a Arana lo trampearon con “lentejas”.
Con Goyo anulado, y estando ya Verónica Mendoza en la arena, empezaron, a la
candidata, a motejarla de proterrorista y acusarla de ser la carta del Gobierno.
Dos puntos sensibles en la actual coyuntura. Parece que la persistencia del
ataque mediático (meses y a diario) contra Nadine tenía otro objetivo: Verónica. (No defiendo a Nadine, es culpable de —por lo
menos— traición y frivolidad).
Alucinantemente el JNE validó
la candidatura de Keiko Fujimori que
había roto las leyes electorales y de la moral (que debe ser ley para los
políticos). Así llegamos al 10 de
abril con varias denuncias de fraude
en la votación sin lograr tener resonancia en los grandes medios.
Y otra vez estamos en el ideal panorama electoral del grupo de poder
económico de Perú, no de la justicia ni la de la verdad.
La posición del Frente Amplio,
post 10 de abril, emocionada —y con razón— por su triunfo posicionándose en el
marco político, parece tener demasiada alegría mezclada con resignación frente
a la realidad de los tiempos venideros. Nadie quiere una guerra civil ni lucha
armada, pero eso, estando el tablero como está, es una posibilidad.
Teniendo un congreso con 20 representantes del FA y el resto (120) que está de acuerdo con el libre mercado, con
las inversiones privadas como están (algunos pocos, menos radicales,
proponiendo algunos maquillajes) y lo que es peor, con el origen de los graves
conflictos sociales: la Constitución
neoliberal fujimorista.
¿Qué posibilidad de poner agendas progresistas existen? ¿Con la bancada
fujimorista de 71 votos o sea con la ‘mayoría absoluta’? Sin embargo, sabemos
que sí se pueden agendar, pero con la fuerza
de las calles. ¿Significa a sangre y fuego?
Antes recuerden, Perú está lleno de conflictos sociales, sobre todo socioambientales y que, para los candidatos de la 2da
vuelta , los ciudadanos son de segunda
categoría: una los utiliza como una simple mercancía comprando sus votos y para el otro, los andinos, son tontos porque
la altura impide que les llegue oxígeno al cerebro y, por lo mismo, les regala
chelita, cañita y coquita sin atacar los problemas de fondo. Con esos
pensamientos fascistas ¿cómo creen que ellos resolverán los conflictos sociales
de Perú?
¿Cuántos muertos tendrán que haber? Para la Derecha esto no es problema
con tal de cumplir sus objetivos comerciales, ejemplos hay de sobra, pero para
contextualizar diré dos: mano derecha de Keiko
‘Pistolita Chlimper’ prototipo pistolero portuario o la de PPK
la ‘miss Baguazo Araoz’.
No obstante, para la Izquierda este escenario debería ser inaceptable. Si
ya no es época de tomar el fusil y es
la electorera ¿por qué no lo hicieron
bien? Si la ley se cumplía para todos por igual, Keiko y PPK debieron ser
retirados de la contienda. ¿Por qué no se mantuvieron firmes rechazando el
evidente auto-fraude del JNE?
¿Qué cálculos del FA y demás
postulantes permitieron ponernos en esta situación (“PPK es Keiko Fujimori”- Marisa
Glave)? ¿Un solo muerto lo valdrá? ¿O los que cargan en sus hombros el
fujimorismo no importan para premiarlos dándoles el poder otra vez? ¿Quién o
qué falló en las izquierdas para evitar —la única solución posible pre
elección— su fusión de éstas? El pueblo elige, es verdad, pero hubo errores
visibles en las izquierdas. La gente que apoyó y cree en Verónica o Arana o
Goyo o Cerrón ¿se merece a Keiko o PPK de presidente?
El futuro cercano se agrava con el mentado TPP (conocido ahora como TPPKEIKO)
que está en camino de aplicarse en Perú. Es un acuerdo comercial firmado por Ollanta que subyace el dominio total de
las transnacionales contra las poblaciones.
Por ejemplo, escuché en radio que ayer hubo un evento contra el tabaquismo, terrible enfermedad que
mata cada día a 44 personas: (sin el TPP)
aún no hay solución para evitar esta adicción. (Con el TPP) no solo no podríamos ni intentar, como particulares o como
Estado, hacer algo contra ella, sino que —de intentarlo— seríamos pasibles a
una demanda millonaria internacional. El TPP
blindaría a la tabacalera a ‘nivel constitucional’. La tabacalera es solo un ejemplo, en realidad
los puntos más sensibles serían Medicina,
Soberanía, Informática y Semillas.
Obviamente Keiko y PPK aprueban el TPP,
para ellos es la ‘carnecita’ de su visión neoliberal.
Por otro lado, estamos en camino de convertirnos en un narcoestado
gracias a las políticas hermanas de derecha y por su ausencia de Estado
crónico, sobre todo en el Perú profundo ¿Alguien tiene duda que el narcotráfico
está metido en la política peruana y por ende en las decisiones más
importantes? Con el fujimorismo y su aliado natural, el aprismo, expertos en
las relaciones con el ‘oro blanco’, este tema tiende a ponerse color de
hormiga.
Frente a este sombrío panorama, ante el simple riesgo de concretarse, lo más
justo según yo, sería anular a Keiko
y a PPK. Sé que van a decir que no
se puede, pero la Constitución lo
justifica en su primer y más importante artículo:
“La defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado”. Y estas candidaturas atentan (en pasado y
programas actuales) directamente contra él.
El FA y las demás izquierdas, en vez de
entramparse en festejos o resentimientos podrían apoyar esta sed de justicia. O
de lo contrario, deberían limar asperezas y formar un real bloque unitario,
urgente, para enfrentar los peligrosos tiempos que se nos vienen.
Las elecciones son
un juego de millones de $. No son democráticas, son para los ricos. Esta
elecciones 2016 lo comprueban, no debemos aceptarlo. Así no juega o no debería
jugar Perú.