La palabra Dios fue creada por
los humanos para aceptar ideas o hechos que están fuera de su comprensión, para
convertir la errática felicidad en perpetua -el Paraíso.
Este escrito es para reflexionar
en uno de nuestros grandes problemas planetarios, relacionándolo con la navidad
y con la corrupción encarnada en Fujimori y Alan García; el primero se vale de
la comunidad evangélica para acrecentar su bolsón electoral y Alan juega en
pared con el fujimorismo… nada es coincidencia.
Así como tampoco es coincidencia
que el año pasado el “Congreso fujimorista”, a los asistentes de la procesión
del Señor de los Milagros, les hayan regalado turrones, gastándose S/. 9,400.00
del dinero de todos los peruanos. Hacen populismo con tu plata. Tampoco es
coincidencia q, ese mismo año, hayan indultado a Fujimori en navidad. Entonces,
la Natividad sí tiene mucho que ver con los corruptos, pero no por un acto de
fe sino monetario.
¿QUÉ ES LA NAVIDAD?
La navidad, se supone, es
recordar, celebrar y reafirmarse en la doctrina de Jesús; sin embargo, “La fe
es ciega”, por lo tanto, veamos algo objetivo: Su Doctrina - la columna
vertebral está en el amor de familia, en su filosofía todos somos
hermanos, entonces somos iguales ante los ojos de un superior.
Es la hermandad como premisa para
cualquier acción humana. Pacifista, altruista, humanista, en donde el sentido
de la vida es comunal. Según Jesús, él fue hermano y padre de los humanos: la
humanidad es una familia. La doctrina de la familia podríamos llamarla (padre,
hijo y espíritu santo). Si Jesús viviese hoy, con la ciencia desarrollada que
tenemos, ese superior posiblemente ya no sería un dios sino “la sociedad”.
FAMILIA Y REVOLUCIÓN
Jesús fue un revolucionario como
respuesta a una sociedad opresora, injusta y con vicios mercantilistas que hoy
vemos profundamente agravados. Era una época de esclavitud, necesitaba
¡libertad! Y para lograrla debíamos estar unidos (los pobres); por lo tanto, propuso con sus
metáforas y prácticas “todos somos una sola familia”. Usó el adecuado canal de
su tiempo: “la religión”. La humanidad se conducía bajo mitos y la
sacralización de todos los hechos naturales que no tenían explicación.
En ese tiempo imperaba el
politeísmo, Jesús, como buen judío apostó por el monoteísmo y encontró un
excelente campo de cultivo en esa sociedad ansiosa e inflamada por la llegada
del mesías, por la esclavitud de los pueblos, por los abismos sociales. Fue judío,
pero no elitista y como abogó por los pobres, algo imperdonable para el statu
quo, terminó sacrificado. Jesús lo enfrentó como un revolucionario y con
las virtudes y los ojos zahorís que lo caracterizaron.
En el presente debemos entender
que el individualismo se contrapone radicalmente al análisis y doctrina de
Jesús. Aunque en su tiempo no se discutía sobre las clases sociales, él optó
por la masa, por el conjunto, por los de abajo.
A la muerte de Jesús y con el
tiempo, los hombres crearon la navidad para festejar su nacimiento; sin
embargo, el fin de su doctrina como el sentido de la vida, se van perdiendo más
y más. Jesús botó a los aprovechadores comerciantes de su templo. En el
presente su templo se ha llenado de bancos, tarjetas de crédito, ONGS,
donaciones amañadas, neurosis masificada del consumismo y con el aliciente de
los mass media. Es la corrupción de la doctrina de Jesús por medio
-también- de la navidad, en su modo liberal – capitalista.
LA DECADENCIA Y LA SUBJETIVIDAD
La doctrina tiene como objetivo el
enseñar y guiar. Uno enseña lo que ha aprendido, Jesús enseñó lo que aprendió,
su realidad temporal. No obstante, hoy resulta infructuoso seguir una doctrina
domeñada por creencias supraterrenales, la crisis y corrupción
planetaria a todo nivel son la mejor prueba.
Por lo tanto, por lógica, si la
realidad nos indica que la solución no está en “creencias” sino en certezas,
así como son las ciencias económicas y políticas. Entonces, es hora de cambiar
de rumbo; creer en el hombre por el hombre, capaz de lograr una mejor vida, la
única.
Jesús se encomendó a su Dios (o
sea a él mismo); tal vez, ahora suene disparatado, pero si entendemos “al
superior” como la sociedad, tiene sentido. Debemos reconocerle que lo
hizo bien, su arraigo lo demuestra. Así como también, fue un factor importante
para que más adelante cayera La Esclavitud.
Jesús luchó contra la
indiferencia y el conformismo y es de lo que sufre la humanidad. Las iglesias validan
el ser indiferentes. Por ej: asiduos de ir a templos o a las procesiones, ellos,
condenan a los que no siguen sus actos litúrgicos; pero, frente a los millones
de muertos por hambre, a la moderna esclavitud, al arrasamiento del planeta y por
su gente contaminada, por esto NO PELEAN, lo aceptan como un error por
defecto, algo predestinado, algo que tiene que ser así. Y no solo aceptan estas desgracias sino que las perpetúan porque, en esta realidad, el conformismo es ‘perfecto’ para
perennizarla: “Dios sabe lo que hace”.
Jesús contra esto, hoy, seguro hubiese peleado hasta la
muerte.
¡QUÉ LEJOS ESTAMOS!
¿Podemos concebir la doctrina de
Jesús sin Dios? Claro que sí. Es cosa de teclear el botón ‘actualizar’. Jesús
propuso una solución para la vida humana en sociedad, lo hizo con las armas
acorde a su tiempo: la religión. Pero las armas no son fijas, son cambiables, hoy
necesitamos más modernas.
El meollo de Jesús está en su
propuesta de fondo, no está en sus armas; sin embargo, hasta hoy aún no se
acepta la propuesta del cambio, la del no al continuismo,
basada sobre todo en que todos somos iguales. Esa base es la piedra
angular de toda su escuela.
Ya no es época de creer en mesías
o en la sangre de realeza: todos somos iguales e igual de responsabilidad
tenemos con la sociedad.
Toda doctrina se apoya en algún
sistema económico; nuestro error, también con respecto a la navidad, es que
—ahora— en nuestro sistema capitalista solo vale el dinero, es la doctrina del
dinero y el dinero es religión, es el poder oficial y el poder de
facto, es la solución y el problema per se; en este caso soluciona la
navidad, pero la del anticristo.
IMPORTANTE: el dinero o
la navidad no serían nada sin el hombre.
ECONOMÍA
Es la ciencia que estudia el
consumo, la producción, la distribución y el intercambio de los bienes y
servicios para satisfacer “las necesidades” de los humanos. Esa es su
finalidad. No obstante, hoy vemos que su finalidad ha pasado a un segundo
plano. El dinero fue creado por comodidad para dar mayor viabilidad al
intercambio. Significa que el dinero está para servir a la economía, pero han
cambiado los papeles, la ciencia económica ahora sirve al dinero, es el master.
Los recursos, el bienestar, la
salvación, el medio ambiente, la vida, todo gira y está a disposición de Don
Dinero, es la doctrina del dinero. Éste ha cobrado vida en el cerebro humano.
EL LIBERALISMO
Sistema económico que tiene como
premisa la idea de que ‘antes de enriquecer al Estado hay que
enriquecer a los ciudadanos que lo componen’. Pensado para “luchar” contra
el sistema absolutista (el gobernante tiene el poder absoluto, sin ninguna institución
que lo controle), en esas épocas monárquicas sí fue provechoso.
Sin embargo, dejar al Estado
enclenque permite, también, que el individualismo ultra surja
y produzca todo lo nocivo mencionado en este escrito y más. Un ej claro es lo
hecho por el Chino Fujimori q sometió a las Instituciones.
Se forman grupos de élite que
ponen al Estado —con sus ciudadanos y todo— a sus pies. Es inevitable. No en
vano el capitalismo se ha justificado en la filosofía liberal.
NAVIDAD CAPITALISTA
La navidad cuando es una ceremonia adoptada por la
sociedad ya es parte del Estado, las personas la asumen y la
aceptan o no. Pero, los ciudadanos, por haber sido enriquecidos y elitistamente
—inherente al liberalismo, capitalismo— y con el Estado raquítico, entonces,
resulta lo siguiente:
La navidad o el Estado pasan a un segundo plano, es el
individualismo sobre el colectivo, el enriquecimiento individual sobre el
Estado: la navidad termina siendo un negocio más para seguir enriqueciendo al
individualismo, o sea a la élite liberal…, para el resto queda la “fe”.
LA SUBJETIVIDAD
La navidad es para muchos de
nosotros festejar la unión familiar. Para otros es celebrar el nacimiento de
Jesús. Para otros es compartir. Para otros es solo un negocio. Para casi todos
los grupos es comprar regalos.
¿En dónde quedó la doctrina de
Jesús? ¿Si todos somos una familia, no es contraproducente el comprar regalos
mientras hay mucha pobreza, servir al consumismo mercantil? Somos
mercaderes en el templo de Jesús.
Si nos matamos minuto a minuto y
de todas las formas posibles, si nos degradamos cada vez más como familia ¿por
qué festejamos la navidad? ¿Festejamos de forma individual, lo totalmente
contrario a Jesús? Él se equivocó acorde a su tiempo, nos toca a nosotros, sin
necesidad de creer en algo supraterrenal, actualizar su camino, una navidad sin
Dios. La navidad de hoy no es festejar a Jesús, es festejar al
anticristo.
LA POLÍTICA
Se ha convertido también en un
descarado negocio para seguir enriqueciendo a la élite liberal. El fujimorismo
es un claro ej. de política, religión y corrupción; usó y usa la religión
copiosamente, allí está “Con mis hijos no te metas”, los acuerdos con
comunidades evangélicas en campañas electorales, el Cardenal Cipriani como su fiel
escudero.
Aprismo: si los religiosos apoyan
al fujimorismo también apoyan al aprismo que es su aliado estratégico. Todos los
partidos van a misa y llevan regalos por navidad para untarse de populismo, en
el mundo del individualismo cae a pelo hacerlo. Rompamos con eso.
No permitamos más manipulación ni
corrupción que destruyeron y destruyen a las familias peruanas. Un mundo más humano es posible. ¡Feliz
navidad!