Ayer me sentí más peruano que nunca, tal vez mis años no me permitan conocer otra cosa que no sea tragedia tras tragedia, corrupto tras corrupto, y no es culpa de Perú, no es culpa de mi generación, ¿alguien la tiene? ¿En qué momento se jodió el Perú? No lo sé, pero ayer me sentí bien peruano. Lima estaba respondiendo, igual que casi todas las regiones de Perú ¿No se dan cuenta? Perú unido con una idea en común y no es un sueño.
Cualquier acto de unión social emociona, ayer al ver a tantísimos casi adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores, mujeres, hombres, artistas, profesionales, técnicos, peruanos, todos juntos con un grito de libertad, hermanados por la dignidad de una nación herida, herida en su pensamiento, herida en su virtud, en su juicio, en su sangre, en su silencio, herida de muerte; pero ahí estaba el gran Romualdo, gritándonos que “nos tirarán palazos y no podrán matarnos”.
Cualquier acto de unión humana emociona, ayer no pude evitar derramar una lágrima, la mejor lágrima de mi vida, una lágrima por estar de la mano enfrentándonos a nuestro destino, una porque no todo está perdido, una porque hay una posibilidad de ser ciudadanos, de tener un DNI que —como nunca— te proteja, una lágrima que grita ‘no a la corrupción’, no te voy a regalar mi vida, pelearé por ella, Fujimori nunca más.
Ayer derramé unas lágrimas, hoy puedo sonreír. No todo está perdido.
(agradeceré reenviar)
LA ESPERANZA POR EL CAMBIO EN EL PAÍS, AÚN PUEDE SER POSIBLE. A RECUPERAR LA DIGNIDAD PERDIDA, A VOTAR POR EL PERÚ. BASTA YA DE CORRUPCIÓN.
ResponderEliminarDIANA RUTH