El archiconocido periodista Gerardo Reyes de Univisión nos cuenta que el esposo de Keiko —el gringo Mark Villanela— también tiene su historia; resulta que su papá y hermanos en EE.UU. son todas unas joyitas, ellos fueron arrestados por evadir impuestos: ocultaron los ingresos al de servicio de rentas internas registrándolos en forma falsa como gastos de subcontratistas. Siendo así las cosas en esta parejita de novela, nos preguntamos ¿cuáles han sido los intereses de ese amor torrentoso? ¿en noches apasionadas donde brota el sentimiento y la sinceridad se habrán contado las perlitas de su familia? ¿Aquellas habrán sido la conexión, la empatía? ¿Amor al chancho o a sus chicharrones?
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