Haberle nombrado evaluadora de la política de Derechos
Humanos en el legislativo solo reafirma el desatino brutal de este
Congreso, de este Gobierno. No solo es un tremendo conflicto de intereses, también lo es de la lógica, de la legalidad, de la inteligencia,
de presidiarios y de violaciones. ¿El Congreso puede ser tan sonso de poner al
gato de despensero? Estas decisiones -tan jaladas de los pelos- parecen ser solo
distractores de algo, e incluso más grave, que se está cocinando dentro del
Gobierno.
Acá les dejo un
vídeo y dos enlaces que publiqué hace tiempo y que nos pueden recordar
claramente quién es la congresista Derechos Humanos, de su vileza, de su
conveniencia y de sus intereses:
Martha Chávez dice lloronas a las madres de los estudiantes
muertos de La Cantuta
Decir que las madres de los estudiantes asesinados
de la U. La Cantuta son ‘lloronas’ es, por decir lo menos, un acto desalmado.
Recriminarlas por no haber educado bien a sus hijos, cuando éstos ya han sido
asesinados por su Gobierno (el de la Chávez
y su igual- el condenado Chino Fuji),
es un tremendo desatino que raya con la barbarie más infeliz.
Además, tener la
frescura lechugina de evadir responsabilidades, al dar ideas como ¿qué culpa tiene el Estado de que sus hijos
se junten con elementos negativos sociales políticos? Tratando, de esa
manera, de distraer o tergiversar las verdaderas causas de los conflictos
sociales: los Gobiernos del Estado y sus políticas son los directos
responsables de que la población se enferme socialmente por escasez o por
exceso. La Chávez y su igual, el
condenado Chino Fuji, son ejemplos
perfectos de la podredumbre política peruana.
Dos perlas más de Martha:
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