La descripción que da hoy A.A. Rodrich en su columna es muy cierta, y es peor aún, es de temer. El FujiAprismo está tomando una relevancia política actual mediática que no hace difícil adivinar lo que nos espera el 2012 y (ojalá que no) los próximos años.
La vuelta con fuerza a la palestra mediática (campo en el que los fujimoristas y apristas son expertos urdiendo las telarañas de la corrupción) de Aguinaga el ‘destripador’, el sano de Giampetri y para no variar, el infaltable, el fiel de fieles, el cardenal Cipriani (ayudado este último, también, por RPP y que, vale decir, según Hildebrandt en sus Trece, esta emisora radial recibió por publicidad estatal, durante el último Gobierno de Alan García, una cantidad exorbitante, una millonada de dinero, más que muchos programas sociales). Junto a estos personajes (para poner mi cuota de humor del día diré: que tienen en su hoja de vida, como mayor virtud, el haberse mantenido siempre “lejos de la corrupción”) está la inversión privada que siempre los ha apoyado y que, ahora, se muestra felicísima con los últimos acontecimientos. Y acompañando a estos ‘grandes peruanos’ y como muestra de que “algún pan en el horno se está quemando” está el ataque fujimorista contra Rosa María Palacios y Juan Carlos Tafur por haber dicho la verdad sobre la salud de Alberto Fujimori. Por otro lado y como confirma Rodrich, también podemos ser testigos del hecho de borrar del mapa mediático a periodistas críticos, comandado, claro, por el principal grupo (obvio FujiAprista) ‘El Comercio’. Las piedras se están moviendo, el suelo no está parejo. Nunca lo estuvo. Rodrich termina su artículo con una frase que, según yo, dice mucho y dice todo:
“Un indulto que viene recibiendo apoyos políticos crecientes, siendo el más notorio el de Alan García. Y, también, silencios preocupantes, siendo el más notorio el de Ollanta Humala”.
Acá la columna de AAR “Cuando el imperio contraataca”
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